Menorragia: ¿Qué es normal y qué no? Te explicamos todo
Tal vez desconozcas la palabra menorragia. No obstante, todas hemos escuchado la historia de alguna amiga que acabó desmayándose mientras tenía la menstruación.
O aquel día que dejamos de salir a la calle por miedo a pasar vergüenza al levantarnos de la silla. Cambiamos incluso nuestro estilo al vestir, por si nos ocurre un “accidente”.
En fin, terminamos convencidas de que es parte del ser mujer. Pero ¿y si no fuese normal? ¿Y si realmente estamos ignorando el síntoma de una enfermedad grave? En Vera te contamos la verdad.
.
⋆ ¿Qué es la menorragia? ⋆
Está definida como el sangrado abundante superior a 80 ml (o 2.7 onzas) diario, con duración mayor a 7 días. Ya sea que lo notes por primera vez o que lo presentes de manera habitual (Logroño et al., 2019).
Aproximadamente el 27% de las personas menstruantes en Colombia sufren uno o más episodios de menorragia en sus vidas (Fernández et al., 2020).

Síntomas de la menorragia
Debes considerar anormal cualquier sangrado menstrual que sea abundante para ti e interfiera con tu vida normal (Fernández et al., 2020).
Puede estar acompañada de (Centros para el control y la prevención de enfermedades [CDC], 2018):
📌 Expulsión de coágulos más grandes que una moneda de 1.000 pesos colombianos.
📌 Cansancio, falta de energía o dificultad para respirar.

Causas de la menorragia
Las principales son (Sepúlveda, J.& Sepúlveda, A. 2020):
📌 Alteraciones hormonales: más comunes durante la pubertad y en la etapa previa a la menopausia.
📌 Enfermedades de la coagulación: normalmente se presenta con otro tipo de sangrado, como el de encías o moretones en la piel.
📌 Tumores en el útero: existen varios, los que están dentro de él son los que más sangran y duelen.
📌 Medicamentos para la coagulación, el dolor o inflamación, y el DIU (Dispositivo intrauterino; control de fertilidad).
Otras causas menos comunes:
📌 Problemas del hígado y riñones (Mayo Clinic, s.f.).
📌 Medicina natural como el Ginseng que puede provocar hemorragia. Sobre todo, posterior a la menopausia (Borchers, 2016).

Complicaciones de la menorragia
Es un grave error considerarla algo normal. Debido a esta falsa creencia, no todas las personas que la padecen buscan ayuda (Logroño et al., 2019). Aun así, esta condición provoca el 20 % de las consultas ginecológicas anuales en Colombia (Sepúlveda, J.& Sepúlveda, A. 2020).
Se acompaña de altos niveles de cansancio, interfiere en la vida laboral y escolar. De igual modo, afecta la interacción social y sexual de quien la sufre. La mayor parte del tiempo significa un alto costo económico (Fernández, 2020).
En cuanto a la anemia que provoca, se podría tratar con suplementos de hierro. Pero en el peor de los casos necesitará internarse en el hospital (Barad, 2020).

¡Cuidado!
Cabe señalar que algunas enfermedades de la coagulación se manifiestan por primera vez como menorragia. Por ejemplo, la “Enfermedad de Von Willebrand”, que puede causar hemorragias en órganos internos. Es decir, en los casos graves es mortal (Sánchez et al., 2020).
¿Cuándo buscar ayuda?
Debes visitar un especialista desde el primer momento. Sobre todo, si se presenta hemorragia, sangrado entre períodos menstruales o después de la menopausia (Mayo Clinic, s. f.).
En caso de desmayos, palidez, fatiga, visión borrosa, sudoración fría o dolor abdominal intenso, acude a urgencias (Barad, 2020).
⋆ ¡No debes olvidar! ⋆
Realízate una prueba de embarazo en caso de que lo amerites, estos también pueden ser síntomas de aborto o embarazo ectópico y es una emergencia (Barad 2020).
Tratamientos para la menorragia
Toda medicación debe ser indicada por un especialista. Este hará exámenes de laboratorio, ultrasonido y resonancia. De esta forma podrá conocer el origen de la alteración (Fernández, 2020).
Los tratamientos de uso inicial son (Fernández, 2020):
✹ Medicamento para el dolor, la inflamación y para mejorar la coagulación de la sangre.
✹ Anticonceptivos en tableta e inyectables.
✹ DIU-LNG (dispositivo intrauterino hormonal).
Cuando estos tratamientos fallan se recurre a la cirugía. Siendo siempre la última opción la extracción completa del útero. Ya que se intenta conservar la fertilidad de la persona (Fernández, 2020).
No te calles
💫
Está claro que no es una condición que deba ser minimizada, al contrario, es imprescindible buscar ayuda de manera temprana. Recuerda que sus consecuencias podrían ser mortales.
Confía en tu cuerpo. Es incuestionable que solo tú puedes saber cuándo algo va mal.
Referencias bibliográficas
Barad, D. H. (2020). Sangrado vaginal. Manual MSD Versión Para Profesionales; Manuales MSD. https://www.msdmanuals.com/es/professional/ginecolog%C3%ADa-y-obstetricia/s%C3%ADntomas-de-los-trastornos-ginecol%C3%B3gicos/sangrado-vaginal
—
Borchers, A. (2016). Manual básico de signos y síntomas (5): 611–615.
—
Centros para el control y la prevención de enfermedades. (2018). Sangrado menstrual abundante. CDC. https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/blooddisorders/women/menorrhagia.html#:~:text=La%20menorragia%20es%20un%20sangrado
—
Fernández, J. (2020). Actualización sobre el sangrado menstrual abundante. Progresos de Obstetricia Y Ginecología, 63(2): 68–80. https://sego.es/documentos/progresos/v63-2020/n2/RC-sangrado-menstrual-abundante.pdf
—
Logroño, I., Coronel, A., Vaca, C., Betancourt, N., & Abarca, J. (2019). Sangrado menstrual abundante: cómo hacer un diagnóstico inicial y escoger el mejor tratamiento. La Ciencia al Servicio de La Salud, 10(Ed. Esp.), 77–87. http://revistas.espoch.edu.ec/index.php/cssn/article/view/289/254
—
Mayo Clinic. (s.f.). Menorragia (sangrado menstrual intenso) – Síntomas y causashttps://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/menorrhagia/symptoms-causes/syc-20352829
—
Sánchez, L., Roldán, M., & Jaramillo, L. (2020). El papel de la enfermedad de Von Willebrand en la hemorragia uterina anormal. Revista Cubana de Obstetricia Y Ginecología, 45(4). http://revginecobstetricia.sld.cu/index.php/gin/article/view/405/472
—
Sepúlveda J., Sepúlveda A. (2020). Sangrado uterino anormal y PALM COEIN. Ginecologia y Obstetetricia de Mexico, 88(1):59-67. https://doi.org/10.24245/gom.v88i1.3467